Diecisiete de enero.
Un día lleno de contrastes.
Pocas horas de sueño. Examen de Cardiología por la mañana. Inesperado viaje relámpago a la playa por la tarde.
Cambiamos los molinos por montañas, palmeras, naranjos... mar.
Y ahora, de vuelta. Con las pilas bien cargadas después de haber paseado por el límite de la península.
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