Un clásico de Oscar Wilde que debería haberme leído, lo sé. Pero tengo que admitir que no (me siendo un poco como la Beckham).
Eso sí, este verano prometo leerlo, porque, aunque tengo que reconocer que la peli no me gustó demasiado, el argumento me encanta y estoy segura de que el libro superará con creces a la película.
Es una peli un poco "malroyera". Muy oscura, siniestra... pero gracias a ella me he dado cuenta de que es preferible envejecer. La eterna juventud tiene que ser un poco... coñazo.
¿Qué os parece? Imaginaos siendo jóvenes y guapos para siempre, sin preocupaciones, pero viendo cómo mueren las personas a las que queréis... Aunque eso sí, a Dorian no creo que le importase mucho eso de ver morir a la gente, porque tengo que decir que ese hombre es pura maldad.
Aunque nadie lo diría con esa carita de baby que tiene.
Yo me he puesto a buscar fotitos de Ben Barnes. A ver qué opinais.
Aquí está vendiendo su alma al diablo sin saber las consecuencias que le traería eso.
Este retrato es una de las cosas que más me gusta de la película. Me encanta el arte y, os aseguro, a los que os apasione la pintura como a mí, que al principio de la peli podeis disfrutar muchísimo con los retratos que el pintor Basil Hallward le hace a Dorian.
Me encanta cuando empieza a cambiar esa carita de bebé por otra de malo malísimo.
Lo sé. Muy cani. Pero está para coméselo.
¿No os recuerda un pelín a Penn Badgley?
