sábado, 13 de febrero de 2010

Une année difficile

Definitivamente tengo que decir que, de los tres cursos que llevamos, tercero es el peor. Y desde las navidades hasta ahora la cosa se está poniendo insostenible.
Que si Semio, que ahora Inmuno, Micro, Rayos, Anatomía Patológica, Farma, clases, prácticas todas las mañanas con sus correspondientes exámenes prácticos dando por saco en medio de los demás, recuperación de Inmuno en el día menos indicado... Vamos, que a mí se me empiezan a romper las uñas y a caer el pelo del estrés. Eso sí: como, como y como (es el efecto que ejercen sobre mí los exámenes) pero no engordo. Algo bueno tenía que tener esto.

Quiero aprovechar este post para lanzar una pregunta y si algún médico que al leer esto se sienta identificado quiere darnos unas palabras de ánimo, a mí y a los lectores que os encontrais en mi misma situación... pues bienvenidas serán. Todos se lo agradeceremos mucho.
Lo bueno es que gracias a nuestra querida y renombrada mil veces en el blog Fátima (que, por cierto, se ha hecho un Blog), hemos descubierto que en este mundo bloggeril hay varios blogs dedicados al ámbito sanitario. Mi favorito el de la doctora jomeini, del que ya os he hablado en alguna ocasión. Esta mujer es una todo terreno. Es madre de dos criaturitas, esposa, hija, médico... vamos, mi ejemplo a seguir. Porque sí, queridos, después de estos años de estudiar, estudiar y estudiar que parece que no acabarán nunca, tendremos vida!! Síi!!!

La verdad es que en estos tiempos de crisis, una vez superado el shock inicial, cuando te has acostumbrado a lo que va a ser tu vida, y te haces a la idea de que, digamos, el 75% de tu tiempo libre (quiero decir: sin clase) va dedicado al estudio, aunque el resto de la gente no lo entienda, empiezas a encontrarle su encanto a todo este asunto.

Porque al final, queridos míos, seremos unos grandes médicos. Podremos dedicarnos, por fin, a lo que siempre hemos soñado. Porque después de estos meses desde que empezamos, después de los atiborramientos a estudiar que nos hemos pegado, y de algún que otro llanto, estoy en condiciones de asegurar que sí, que la medicina es absolutamente vocación.

Espero no haber metido miedo a futuras generaciones que compartan con nosotros esta ilusión. Os aseguro que todo el esfuerzo merece la pena.

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